UNA VIDA CON PROPÓSITO, TRASCIENDE
Cuando se tiene una vida plena, llena de amor, tolerancia, empatía, reconocimiento y respeto por los más débiles y una sonrisa permanente a pesar de las adversidades, es realmente difícil morir. Y una vida así, llena de amor y comprensión, fue la que tuvo Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, quien abandonó físicamente este mundo, pero cuyo mensaje sigue vivo entre nosotros. Cuando se entrega la vida para ayudar a mejorar el mundo en el que vivimos, podemos decir con seguridad, que se alcanza un grado superior que implica seguir presente a pesar de la muerte; de hecho, es el triunfo sobre ella, porque además nos recuerda que lo material siempre muere, pero el amor, siempre permanece.
Las acciones que caracterizaron la vida del Papa Francisco siempre tuvieron como pilar fundamental el amor; fue consistente en su preocupación y compromiso con la defensa de la dignidad y los derechos de las mujeres, los niños y las poblaciones vulnerables. Algunas de sus posturas frente a estos temas fueron, por ejemplo, el reconocimiento de la dignidad y el papel de la mujer, enfatizó repetidamente la importancia de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, destacando su capacidad para generar comunidad, cuidado y paz, y denunció con fuerza la violencia machista y la desigualdad estructural que afecta a millones de mujeres en el mundo; incluso, cuando se refería a las mujeres en la institución de la iglesia, decía que “una Iglesia sin mujeres, sería una Iglesia pobre”; esta frase subraya la importancia fundamental de la presencia y el aporte de las mujeres en una institución que, como la iglesia, ha estado durante siglos bajo el liderazgo de los hombres.
Como líder espiritual, fue ejemplo para la humanidad por sus posturas de respeto hacia los migrantes y la población diversa, destacando la tolerancia como valor fundamental para vivir en un mundo pacífico. Igualmente se identificó con los más pobres, a quienes les dedicaba palabras de aliento y fortaleza, y a sus líderes políticos, palabras de reflexión sobre la importancia de trabajar en un mundo con menos desigualdades sociales; sin duda, las mujeres siempre estuvieron en su discurso cotidiano destacando su papel humanizador en la construcción de un mundo más justo y solidario.
“Cuando las mujeres tienen la posibilidad de transmitir sus dones, la sociedad entera se enriquece”, una frase suya que encierra mucho de verdad, porque enfatiza el valor y resalta la capacidad de nosotras, las mujeres, para traer ternura, orden y belleza al mundo.
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco
Hoy más que nunca, su legado tiene una importancia trascendental.
El amor, el compromiso con los demás, la tolerancia y el respeto, harán posible un mundo sin muerte, porque el legado de quienes viven así seguirá presente cada día. Es momento para continuar el ejemplo, y demostrar que cuando hay líderes que entregan su vida por los demás, debemos continuar su tarea; sólo así, será posible una vida digna, justa, sin guerras y con respeto por el prójimo.
Gracias por seguir vivo en nuestros corazones, por haber exigido el respeto hacia a las mujeres y la población que ha estado marginada a través del tiempo, y por enseñarnos que cuando se vive con amor y empatía, esas acciones se vuelven eternas. Hay verdades que no necesitan religión ni ideología para ser comprendidas, y como él mismo dijo tantas veces:
“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, porque al final lo único que permanecerá, es todo aquello que entreguemos de corazón.
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco

