MADRES TRABAJADORAS: LA DOBLE FUERZA DE AMAR Y APORTAR AL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD
Con la llegada del 1 de mayo, Día del Trabajo, y el inicio del mes de la madre, se nos presenta la oportunidad para reflexionar sobre los múltiples desafíos que enfrentamos las madres trabajadoras en Colombia. Nosotras, valientes mujeres que cada día equilibramos las responsabilidades laborales y familiares, constituimos un pilar fundamental en el crecimiento y desarrollo de nuestras comunidades.
Por un lado, el trabajo representa una fuente de ingresos, y por otro, un medio de empoderamiento y autonomía. Sin embargo, es innegable que muchas madres trabajadoras se encuentran en el centro de una encrucijada. La presión de satisfacer las exigencias laborales, combinada con el cuidado de los hijos y otras responsabilidades del hogar, pueden convertirse en una carga pesada.
De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2022, hay una disparidad preocupante en los ingresos y oportunidades laborales entre las madres y aquellas mujeres que aún no han tenido hijos. En Colombia, la tasa de ingresos de las madres se situó 6,5 puntos porcentuales por debajo de sus pares sin hijos. Este dato revela que, al decidir ser madres, muchas mujeres ven severamente afectado su acceso a empleo y desarrollo profesional. La tasa de participación laboral para las madres en ese año, fue de solo 55%, mientras que para las mujeres sin hijos alcanzó el 62,1%. Estas cifras nos invitan a reflexionar acerca de las desigualdades de manera urgente.
No obstante, las mujeres sabemos que la maternidad conlleva no solo responsabilidades, también una serie de desafíos en el ámbito laboral. Las madres enfrentamos estereotipos y prejuicios que cuestionan nuestro compromiso profesional, pues muchas veces se asume que por el hecho de ser madres, disminuye el compromiso y la responsabilidad en el trabajo. Es fundamental reconocer que las madres poseemos habilidades organizativas excepcionales y una motivación adicional para alcanzar el éxito en la vida laboral. Nuestras capacidades intelectuales no se ven mermadas por ser madres.
“ Cifra alarmante del 2023 donde 708 millones de mujeres en todo el mundo están fuera de la fuerza laboral”
OIT 2024
En un contexto más amplio, la OIT en el 2024 presentó una cifra alarmante del 2023 donde 708 millones de mujeres en todo el mundo están fuera de la fuerza laboral debido a responsabilidades de cuidado no remuneradas; esto representa un tercio de todas las personas en edad de trabajar. En Colombia este fenómeno no es ajeno; por lo tanto, es hora de que reconozcamos que muchas mujeres están haciendo un esfuerzo invaluable por cuidar de sus familias, incluso a costa de sus propias carreras.
A pesar de lo anterior, y a medida que la sociedad avanza, es alentador observar el cambio positivo en muchos hogares colombianos, donde los hombres gradualmente están asumiendo un papel corresponsable en las tareas del hogar. Este cambio de mentalidad, que desafía los vestigios del machismo con los que fuimos criados por años, es crucial. Los hombres están comprendiendo que compartir las responsabilidades domésticas no es “ayudar”, sino un acto de corresponsabilidad que fortalece los lazos familiares y empodera aún más a las madres trabajadoras.
En este sentido, quiero rendir un homenaje también a las madres solteras, quienes enfrentan la doble carga de desempeñar tanto el papel de madre como de padre. Su esfuerzo y determinación son admirables. Aunque sabemos que la figura paterna es vital en la crianza de los hijos, estas mujeres demuestran que, con tenacidad y amor, pueden superar adversidades y brindar a sus hijos un hogar pleno.
Desde que empezó la administración de mi esposo Mauricio Salazar, me comprometí con las mujeres en todo sentido. He recorrido empresas escuchando y entendiendo lo que han hecho por las mujeres, y he aplaudido a aquellas que han comprendido los beneficios de integrar a las madres al mundo laboral. Los líderes de estas empresas son conscientes de lo que ello implica, como la innovación, pues las madres aportan perspectivas únicas que enriquecen el proceso creativo y, sobre todo, la solución de problemas.
Asimismo, la resiliencia y la gestión del tiempo, habilidades adquiridas en la maternidad, como la capacidad de priorizar y manejar múltiples tareas simultáneamente, son transferibles y altamente valoradas en el mundo laboral.
La presencia de madres en el equipo de trabajo fomenta un ambiente laboral más comprensivo y flexible, lo cual puede traducirse en mayor satisfacción y retención de talento. Por ende, es crucial que las organizaciones implementen políticas que apoyen a las madres en su desarrollo profesional.
Desde el programa “Pereira es Mujer”, hemos trabajado en la promoción de la equidad de género y el empoderamiento femenino. Sin embargo, también es fundamental reconocer el papel de los hombres en este proceso. De esta forma, podemos construir un entorno más inclusivo que contemple las necesidades específicas de las madres trabajadoras y de sus familias; desde horarios flexibles hasta espacios de cuidado infantil accesibles, medidas éstas, que pueden hacer una gran diferencia en la vida de las mujeres.
En este mes, por tanto, celebro a cada madre trabajadora y a aquellos hombres que la apoyan, que se celebre el trabajo, pero también el invaluable rol que desempeñan las madres en el desarrollo social y económico de nuestro país.

